"Progresamos hacia una organización que estimule la anticipación, la responsabilidad y la creatividad mediante la colaboración."
Juan Güell Ubillos
Director Gerente de Mutua Universal
"Progresamos hacia una organización que estimule la anticipación, la responsabilidad y la creatividad mediante la colaboración."
Juan Güell Ubillos
Director Gerente de Mutua Universal
El año 2018 fue, en líneas generales, un año positivo para la economía española. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB creció un 2,6%, el menor incremento de los últimos cuatro años, aunque superó de nuevo la media de la zona del euro (1,8%).
Esta evolución positiva se trasladó al mercado laboral, con la creación de 566.200 empleos y 19,56 millones de afiliados a la Seguridad Social, la mejor cifra desde agosto de 2008. Con 210.484 personas desempleadas menos, la cifra de paro quedó en 3,2 millones, un 14,4% sobre la población activa, que supone un ritmo de reducción interanual del 6,2% y encadena seis ejercicios consecutivos a la baja. La afiliación media a la Seguridad Social ascendió hasta los 19.024.465 ocupados en diciembre, en el mejor dato de cierre de año de los últimos 11 años, aunque todavía por debajo de los 19.372.777 de afiliación registrada en diciembre de 2007.
En el pasado ejercicio, Mutua Universal alcanzó una cifra total de ingresos de 1.082 millones de euros, un 9,7% superior al año anterior, con unos resultados positivos de 44,3 millones. Merced a una rigurosidad en la gestión y a una optimización de los recursos, la tesorería no presenta problemas de liquidez y mantenemos la cobertura para reservas establecida en todos los capítulos. Mutua Universal es hoy una entidad saneada que ha saldado en los últimos años la práctica totalidad de deuda consecuencia de litigios y reclamaciones de un periodo anterior, y mantiene un patrimonio histórico considerable y solvente, como se puede comprobar en las cuentas de esta memoria.
Al cierre de 2018 dábamos cobertura a 1.464.701 trabajadores y 165.678 empresas. Hay que destacar que el 90,44% de los trabajadores por cuenta ajena incorporados y el 86,09% de las nuevas empresas que confiaron en Mutua Universal contrataron, además de la cobertura de contingencias profesionales, la protección frente a las contingencias comunes, en una tendencia marcadamente creciente.
Valoramos muy positivamente los resultados de la gestión en un ejercicio que, pese a la bonanza de los principales indicadores de la economía nacional y dada la tendencia anticíclica de nuestro sector, ha sido adverso para las mutuas. El marco regulatorio nos determina a seguir una lógica similar al sector de las aseguradoras –prestar cobertura de forma reactiva– cuando nuestra esencia y vocación es el servicio proactivo, tanto en el ámbito estricto de la asistencia sanitaria como en la gestión administrativa y la prevención.
Con la estabilidad y el crecimiento económico, la creación de empleo se recupera y, en paralelo, el absentismo aumenta de forma desproporcionada. En consecuencia, se dispara el gasto que deben asumir las mutuas y que finalmente repercute en una disminución de los ingresos para la Seguridad Social.
En los últimos años, el sector ha asumido un incremento muy significativo de gasto que ha puesto al límite al sistema. El año 2018 fue particularmente difícil en este sentido. Sólo en el último ejercicio, se dejaron de producir bienes equivalentes al 5,86% del PIB debido al absentismo, la gestión de la incapacidad temporal por contingencias comunes marcó un resultado negativo total de 747 millones de euros, el resultado del conjunto de mutuas disminuyó un 5,72% y el impacto total de la prestación económica por contingencias comunes fue de 7.500 millones de euros para la Seguridad Social. En el ciclo 2014-2018 de recuperación económica, el gasto por prestaciones se incrementó un 58%.
A esa situación límite de origen estructural que vivió el sistema de mutuas se añadieron otros factores de incertidumbre como son las tensiones políticas y económicas entre grandes potencias, que amenazan un crecimiento económico sostenido imprescindible para reducir el endeudamiento del Estado y asegurar una prosperidad inclusiva para millones de ciudadanos que están en situación de precariedad.
En 2018 se ha hecho más necesario que nunca progresar en las dos líneas fundamentales que forman parte de nuestro ADN empresarial: la mejora continua y la innovación, con el objetivo de mejorar la eficiencia de los procesos y orientarnos hacia la reducción de los costes.
Pero, sin duda, el hecho más relevante para nosotros fue el cambio de Gobierno de inicios de junio, tras el éxito de una moción de censura que muy pocos pronosticaron. Por su naturaleza, el sistema de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social es un sector muy regulado y, por tanto, dependiente de las directrices del Ejecutivo. A este respecto hemos de manifestar nuestra satisfacción por cuanto fuimos capaces de establecer una relación profesional de confianza mediante una colaboración franca y efectiva en completa transparencia. El nuevo equipo gestor, que venía con mucha experiencia y conocía bien a Mutua Universal, pudo comprobar –así se nos dijo– cómo habíamos evolucionado en los últimos años para ser una referencia para el sector en no pocos aspectos.
Sin embargo, ello no evitó que hubiéramos de trabajar con ahínco para adaptarnos a las nuevas disposiciones de carácter normativo u otras medidas que se adoptaron con el objetivo de mantener un sistema compuesto de mutuas rentables y saneadas. Una visión que compartimos y por la que trabajamos día a día.
No habiendo razones fundadas para el optimismo, abordamos el diseño de un nuevo Plan Estratégico desde la prudencia, pero con la firme determinación de cumplir con nuestra misión de “velar por la salud y el bienestar de nuestros mutualistas, gestionando los servicios y las prestaciones con rigurosidad y excelencia, comprometidos con la sociedad y sostenibilidad del sistema”.
Para conseguirlo, se hacía más necesario que nunca progresar en las dos líneas fundamentales que forman parte de nuestro ADN: la mejora continua y la innovación. Nos marcamos por objetivo mejorar la eficiencia de los procesos y orientarnos hacia la reducción de los costes.
Al efecto, se intensificó el esfuerzo en la optimización de la gestión de compras, la optimización de nuestras instalaciones, la disminución de la dependencia de proveedores ajenos al sistema y el establecimiento de alianzas de colaboración con otras mutuas.
Los retos a los que nos enfrentamos requieren de un conocimiento actualizado y preciso de la marcha de los procesos para identificar sistemáticamente las desviaciones y las oportunidades de mejora; asegurando, además, que el impacto de las decisiones se implante uniformemente en toda la organización. Para ello, en 2018 el equipo directivo ha trabajado cada vez más sobre el terreno: los comités directivos son ahora itinerantes, se promueve el desplazamiento de profesionales de las áreas funcionales hacia el territorio y se persigue una mayor transversalidad en la gestión de proyectos. Todo ello ha implicado una revisión de nuestra cultura empresarial para eliminar silos, promover el talento y fomentar la resolución de retos y conflictos de forma transversal o colectiva.
Progresamos hacia una organización fuertemente centralizada en la administración de recursos, pero orientada hacia el territorio, que es donde tiene lugar el contacto con trabajadores y empresas y, a su vez, más transversal que verticalmente jerárquica, para estimular la anticipación, la responsabilidad y la creatividad mediante la colaboración.
Para alcanzar estos objetivos, así como para mantener la vocación de excelencia en nuestros servicios, contamos con la innovación como un aliado natural de aceleración de procesos y aportación de valor añadido. Las páginas de esta memoria recogen también una cronología de la acción innovadora, desde la digitalización de la historia clínica en 1996 o el desarrollo de nuestro sistema de telemedicina Clínica Online en 2009 a aplicaciones recientes como el diseño de apps de prevención, la integración de la realidad virtual en tratamientos psicológicos, la implantación de la Inteligencia Artificial o las plataformas de gestión personalizada. Entre estas últimas destaca la Zona Privada INSS, una iniciativa propia para agilizar los trámites con los inspectores médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social que la Administración está implantando en todo el sistema. Sirvan estos ejemplos para corroborar nuestro convencimiento en la innovación como motor de mejora y desarrollo continuos, incluso desde mucho antes del advenimiento de la “era de la digitalización”.
En definitiva, 2018 fue un año muy intenso que nos consolidó como una mutua renovada, saneada y solvente, preparada para asumir retos mayores que sin duda nos depara el futuro.
Mi agradecimiento a todos los trabajadores afiliados, también a los autónomos y a las empresas que han confiado en nosotros, así como a todos y cada uno de los profesionales de Mutua Universal que con su trabajo, dedicación y empeño nos hacen cada día mejores.
Mi agradecimiento también a la Junta Directiva y en especial a su Presidente por su dedicación y apoyo.
Juan Güell Ubillos
Director Gerente de Mutua Universal
Valoramos muy positivamente los resultados de la gestión en un ejercicio que, pese a la bonanza de los principales indicadores de la economía nacional y dada la tendencia anticíclica de nuestro sector, ha sido adverso para las mutuas.